Esta pequeña ciudad inglesa no sería nada conocida, ni por espléndida catedral (¡anda que no hay por el mundo!), ni por albergar una copia de
En los últimos días hemos tenido de todo, el nacimiento de Lía por ejemplo, la esperanza del Aleti y hoy sin ir mas lejos la lesión de Miguel. Pero esto no os va a librar de una crónica sobre el lamentable partido del domingo. No se si en Stonehenge tuvieron en cuenta la numerología pero está claro que un equipo con 12 apóstoles, reservas, la delegada… y un árbitro acojonado por el partido anterior no auguraba nada bueno. ¿El rival? Eso era lo de menos.
No seré yo quien os haga desistir de acudir a los partidos, con o sin camiseta, de campo o de calle… pero hay que organizarse ¡leche!. El buen rollo parte desde el inicio con la regla no escrita (o si) de que quien llega primero sale en el quinteto titular. Bueno pues está demostrado que los bases no son de mucho madrugar porque empezamos el partido con los 4 en el banquillo y así… centrar una buena disposición es muy complicado.
Antonio, Dani, Mario, Alberto P., Alberto G., Felipe, Gorka, Max, Héctor, Juanjo, Joel y Miguel ¡ahí es nada! Suma Guille, Gregorio, Sara… en la grada Miriam, Rachel, Pablo…enfrente Cuatro Caminos, un grupo "apañao" pero a quien se puede ganar una vez si y otra también, claro está si ponemos atención.
El primer cuarto quedó 7 – 12 puntos de Felipe, de Alberto P y triple del 21 ¿el 21? Mucho desbarajuste, pero es que el concierto de pito era fabuloso, así no hay quien hilvane jugada. Daba igual eran de cuerpo, de mano, de "peligro".
Segundo cuarto 16 – 24 un estironcillo de na con canastas de Miguel, Gorka, Felipe y otra vez el 21 (esta vez solo un tirito libre). Con 8 abajo y descanso podíamos haber armado alguna estrategia ¡amén de seguir aguantando las faltas personales a diestro y siniestro!.
Con todos los que éramos podíamos haber defendido a muerte pero sin faltas (fácil decir difícil de conseguir, el árbitro tuvo una mala experiencia con 4 técnicas en le partido anterior y nosotros pagamos los platos rotos). Pero pudimos estrujar el número en pro de conseguir acercarnos pero no… el cuarto de la caraja solo 3 puntos de Alberto P. para dejar el marcador en 19 – 38 y la sensación de que no llegábamos a tiempo a nada de nada. Y no lo digo por Joel que andaba un poco perjudicado "de lo suyo" es que los demás sin tener "lo suyo" también andaban de mal en peor. Las faltas eran ya taitantas pero no meter … es cosa nuestra.
El último cuarto arregló el tono y a ratos hubo destellos de buena defensa pero otra vez el pito de "De Diego"… canastas de Juanjo, Miguel, Mario y Antonio. Al final
Mal mal y mal… Dani mosqueado como "rookie" fue a decirle al árbitro de todo menos bonito, parado por un "cuatrocaminero" no hacía sino repetir con mas razón que un santo, que así no se puede jugar con falta a cada segundo. El tono (y caliente que estaba el de gris) no fue el adecuado y a punto estuvo de perder su ficha si no es por Max que es la templanza personificada. Que le dijo exactamente lo mismo pero con unas palabras que ni Romeo a Julieta. Y así perdimos sí… pero salvó la ficha de Dani para en el próximo partido, y así ya saber de que pie cojea y rebatirlo con su juego y sus puntos.
Como el monumento megalítico vamos a resistir el paso de los días y el chaparrón que nos pueda caer con varias consignas, como sentarse en el banquillo y no pulular (con que pulule uno ya vale) y menos entre el banquillo y la mesa. Vamos a utilizar nuestros tiempos muertos con cabeza y a tiempo y haremos cambios con juicio, con nuestra rotación habitual de cortesía y diversión (que para eso pagáis y venis) pero con un poco de vista. Hay tardes buenas y malas y manos calientes y frías y eso hay que aprovecharlo, sin que nadie se ofenda. Peores caras ponemos al salir escaldados.
Y queridos Latinos después de este rapapolvos espero contar con vuestras mejores sonrisas, el máximo acierto y sobre todo organización, se que las pachangas son para otras cosas pero un poquito de ensayo en el tirito libre no vendría mal y echo de menos la jugada 1…
Para los escapistas hemos cambiado "el chino" por el "Havana", ese garito en el que es abrir la puerta y encajar el Aleti un gol en contra, matemático… por ello hemos decidido que si juega el Aleti no iremos a ese bar, por la salud de Antonio (y su buen humor), está mas cómodo pero … tampoco es lo que se dice un bar bar…nada que no hay manera de dar con algo apropiado a nuestro gusto… bueno si yo he dado con los muebles para mi salón (que ya era hora) y no ese collage ecléctico (por obligación) que era el comedor de mi casa, donde habéis tenido que sentaros en el sofá por turnos como Manolito gafotas en el banco de Carabanchel, eso si de las viandas y bebidas no he tenido queja.
Espero poderos invitar a unas cañitas… pero os lo tenéis que ganar, ya que el Presi no se estira veremos
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3 comentarios:
Gracias, Sara. Y cuánta razón tienes. BA-LON-CES-TO con
OR-GA-NI-ZA-CIÓN.
Un beso a todos pero especialmente a los nuevos papitos.
El bar este donde le meten goles al Atlético nada más llegar no es una novedad, tengo entendido que eso pasa en muchos otros bares...
Pero si hay otra razón por la que debemos cambiar: en este nuevo NO PONEN TAPAS!! (Y eso, ni Mario ni yo lo llevamos muy bien...)
p.d. Rachel y yo aún no conocemos tu magnífico salón.
Gracias, Sara.
Pensaba que habías decidido que partido tan desastroso no merecía ni crónica.
Un besazo a todos.
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