Antonio y Mario en realidad no nos han salido del todo mal siendo, como son, material de deshecho. Ya qué, según creo entender, cuando se deshizo el equipo en el que jugaban, los Latinos hicieron el acto caritativo de recogerlos, pese a que sabían que nos darían problemas y que más de uno se ha arrepentido desde entonces. De todos modos hay que reconocer algunas cosas, como que Mario con su bonita relación con Ramón ha conseguido convertir El Jara en un territorio más o menos amigable y que es el único de nuestros bases que se sabe la jugada uno, aunque nunca logre que la hagamos en un partido. Además siempre podemos confiar en él para que acabe con las sobras de comida o para cautivar a una camarera con un piropo (Sotosalvos es testigo). Y de Antonio, qué decir, además de admitir que hoy por hoy es la estrella de los Latinos, sobre todo, porque, pese a sus innumerables achaques es el que está en mejor forma de todos. A aplicarse chicos. Eso sí, le adjudico un punto negativo por no venir nunca a vernos los jueves.
Pero el mayor mérito de estos dos y por eso les perdonaremos todas sus faltas, es que nos trajeron a Sara.
Algunas de las parejas latinas se preguntarán por qué sale aquí Yelena y, sin embargo, no salgo yo que llevo años (o meses que se me han hecho siglos) aguantando a un Latino, pues muy fácil: porque Yelena viene a ver los partidos, no como otras, así que ya sabéis.
Gracias Yelena, no te merecemos y Mario mucho menos.
2 comentarios:
Otia, un comentario a dos voces?
Yuupee, por fin he logrado mi reconocimiento como una mujer heroica!
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