No sé como lo hicimos, pero Sara no se enteró de que había nuevo calendario de partidos y no pudo asistir al de ayer. Espero que a ninguno le pasase lo mismo y apareciese a las ocho y media de la tarde en el Triángulo de Oro buscando un partido que se había celebrado dos horas antes, con el resultado de una derrota un tanto frustrante. Sí, perdimos un partido que podíamos haber ganado (43-46 creo que fue el resultado). Los presentes: Felipe, Gregorio, Héctor, Mario, Antonio y el que suscribe (Alberto elquehacepasos, ayer más elquehacepasos que nunca) en el campo y, Miriam y el padre de Héctor, como público. Este último hizo un balance bastante certero de lo ocurrido, los contrarios sabían a que jugaban y mantuvieron un nivel medio, que no era suficiente para ganarnos cuando nosotros estábamos centrados y que les valió para arrasarnos cuando nos volvimos locos (un 14-4 de parcial en el tercer cuarto o algo así). Entonando el mea culpa, yo jugué de culo, me atrevo a hacer un reproche, creo que siendo un montón casi siempre, no podemos permitirnos ser seis en un partido. Habrá que volver a hacer recuento todas las semanas.
Un besazo a todos.
lunes, 10 de noviembre de 2008
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